Arquitectura, Ciencia ficción y Brutalismo: una historia de amor (con ejemplos)

Cuando se piensa en Arqueología habitualmente vienen a la mente imágenes de yacimientos en lugares como Egipto, o de Indiana Jones perseguido por un “peloto” gigante. No obstante, la disciplina es en realidad el estudio del registro material de las sociedades humanas y, por tanto, no está circunscrita a un ámbito cronológico. De hecho podemos utilizarla para una comprensión mejor de nuestra civilización actual, la cual por supuesto también deja restos físicos (incluso demasiados), en los que se pueden inscribir las obras arquitectónicas.

Arquitectura, Arqueología, Historia y Arte, como manifestaciones humanas todas ellas, están muy relacionadas. El edificio Tyrell en Blade Runner toma elementos de los zigurat mesopotámicos y de tendencias constructivas contemporánes. Imagen en bladerunnerwikia.com

Hecha esta salvedad inicial, hoy me gustaría abordar una formulación arquitectónica contemporánea y ejemplificarla con diversos modelos, pero especialmente con un edificio que siempre me ha parecido fascinante: “Torres Blancas” en Madrid, enorme pedestal que ha saludado desde su espectacularidad a millones de personas llegadas a la capital desde una de sus entradas históricas: la Noreste en dirección Zaragoza-Barcelona por la A-2.

Edificio Torres Blancas

Responde al denominado estilo brutalista, que prima la exposición de la estructura nuclear del edificio frente a la ornamentación y —siguiendo esta premisa— no encuentra necesario ocultar a la vista de la obra final los materiales constructivos. Filosofía que, en mayor o menor medida según variantes, se encuentra a gusto con cierto enfoque organicista (relacionar la obra con la naturaleza y considerar la parte como el todo, o reflejo de este) en las construcciones, siendo por ejemplo arquitectos como Le Corbusier o Frank Lloyd Wright algunos de los más notables exponentes de esta concepción.

El edificio Fallingwater (Wright, 1939) es uno de los modelos del organicismo e inspiró la mansión Vandamm en la película Con la muerte en los talones (Hitchcock, 1959).

El brutalismo como reflejo de la sociedad en la que está inscrito, es decir la nuestra, encuentra su pleno significado en un mundo nacido de la Segunda guerra mundial, la cual había provocado una enorme destrucción y consumo de recursos en la industria bélica, pero época a la que sigue acompañando un enfoque racionalista del conocimiento, surgido en gran medida con la Ilustración y la Revolución francesa. La razón —entendida esta como una aproximación objetiva en la búsqueda de los máximos resultados posibles— y la ciencia utilizadas para la guerra habían provocado una desolación sin precedentes en la Historia de la humanidad; pero este conocimiento y enfoque humanos, empleados en otros campos, como la Arquitectura, podría servir para lograr estructuras constructivas funcionales y ser orientado hacia un uso tecnológico que ayudara a las personas en sus necesidades básicas —como el hábitat— además de en su relación social, o con el poder —aplicándose en edificios públicos o estructuras de servicios—.

La crisis de los valores “racionales” a resulta de las Guerras Mundiales es uno de los factores del surgimiento de la filosofía posmodernista, en la que se puede inscribir Philip K. Dick. El sociólogo alemán Jung, por su parte, es muy interesante para la comprensión de los reflejos de la humanidad en las obras culturales.

Vemos como este ámbito es otro en el que es indisociable la filosofía de la ciencia: ¿qué se pretende conseguir con un uso tecnológico? (pregunta filosófica o política): matar (la ciencia construye bombas) o construir (se aplica a la Arquitectura). Ejemplos de edificios brutalistas los hay muchos e interesantes, desde el ayuntamiento de Boston al edificio Palika Kendra (sede del consejo municipal en Nueva Delhi) pasando por la estación de Metro de Chabacano en Ciudad de México. Este último caso de hecho es muy representativo además de la relación entre las diferentes formas de manifestaciones culturales, pues aparece como escenario en una obra de Ciencia ficción con elementos Cyberpunk: la película Desafío Total (Verhoeven, 1990).

Ayuntamiento de Boston (Imagen de Dominio Público)
Metro de Ciudad de México con arquitectura brutalista en la película Desafío Total. Imagen en dafont.com

El film del director holandés está precisamente basado en un relato de Philip K. Dick titulado Podemos recordarlo por usted… al por mayor (1966). Este escritor clave en la Ciencia ficción contemporánea es en parte fundador del Cyberpunk, pues una de las obras seminales de este movimiento es precisamente otro largometraje basado en una de sus obras: Blade Runner (1982). ¿Y a donde nos lleva todo esto? Precisamente el brutalismo ha sido un estilo arquitectónico muy querido por esta corriente narrativa, posiblemente por su buen encaje visual (sencillo en formas pero monumental) y su apelación a la tecnología. Así ha habido numerosos ejemplos de edificios brutalistas en el género, por ejemplo con los edificios de la Universidad de California-Irvine en La rebelión de los simios (cuarta entrega de la saga original, Lee Thompson, 1972) o anteriormente en la más desconocida pero muy recomendable Colossus: el proyecto prohibido (Sargent, 1970) (1) El hecho de que el brutalismo nazca en gran medida como respuesta arquitectónica en un mundo destruido y con recursos exhaustos se enlaza además perfectamente con estas obras de una Ciencia ficción pesimista (hay quien diría realista), que nos alerta de peligros cercanos: pérdida de valores democráticos en aras del consumismo, nacionalismo o intereses de las grandes compañías; crisis políticas, económicas y ecológicas, deshumanización, alienación, etc. elementos que —en mayor o menor medida— están presentes en las obras citadas (2).

Universidad de Carolina-Irving como escenario. Imagen CC por Tony Hoffarth en flickr.com
Muy buena película. Fotograma en archeologiainformatica.it
Akira también ha sido fundamental en la conformación de la estética Cyberpunk

Un excelente ejemplo de todos estos factores lo encontramos en el Edificio Torres Blancas de Madrid, aunque de una forma un tanto particular. Habitualmente el brutalismo ha tendido a orientarse hacia un finalidad social en la comentada apelación a una racionalidad económica en lo constructivo, centrándose de este modo en vivienda social o servicios públicos. Sin embargo el proyecto de Torres Blancas, obra del arquitecto español Sáenz de Oiza, nace como proyecto de viviendas de lujo (3). La magnitud de la obra (desarrollada entre 1964 y 1969) hizo que, aunque espectacular, no pudiera alcanzar su nombre de bautismo, pues ni son torres, al constar de un único edificio (se comenta que la idea original era de dos construcciones), ni son blancas al no poderse recubrir de polvo de hormigón de ese color (también se ha hablado de mármol, pero tiende a considerarse más improbable). La renuncia a la duplicidad y al recubrimiento vendría por cuestiones presupuestarias y ciertas trabas administrativas que aún podrían investigarse más a fondo.

Plano e imágenes de la construcción del edificio

Sea como fuere nos encontramos con una construcción imponente, con una altura de 81 metros y 23 pisos que —más allá de su objetivo como lugar de vivienda para clases altas— encaja perfectamente en la estética Cyberpunk que venimos comentando. Observando su estructura general y los detalles que, al responder el proyecto así mismo a un concepto organicista, buscan integrarse armoniosamente con el todo, no sería sorprendente ver aparecer por cualquiera de los balcones voladizos a Rick Deckard preguntándose por su humanidad mientras suena Vangelis de fondo. El problema que tendría, más allá de poner en orden sus sentimientos hacia Rachel, es el de la decoración, porque los inquilinos han tenido que recurrir a muchos muebles a medida debido a las paredes curvas, en las que tampoco es fácil colgar cuadros.

Fotograma de Blade Runner en Pinterest (damask rose)
Ennis House, también por Wright (1924) y que sirvió en el rodaje de películas como Blade Runner, Predator 2 o 13th floor (remake de Welt am Draht, v. nota 2). Licencia Creative Commons por Mike Dillon en Wikipedia.

Las posibilidades de una excelente relación del edificio con la ficción no han pasado desapercibidas a artistas, apareciendo Torres Blancas en obras de directores —se señala— como Almodóvar en La piel que habito, Amenábar en Abre los ojos, o Jarmusch, así como en series de la fama de El ministerio del tiempo, entre otras producciones centradas en publicidad o vídeos musicales. Esto además serviría para aliviar gastos comunales de los propietarios, que en algunos años se han calculado en torno a los 8000 euros por piso.

Imágenes del edificio en la película The Limits of Control por Jim Jarmusch. Fotogramas en Pinterest y en boiteaoutils.blogspot.com

¡Por lo tanto y concluyendo, podemos afirmar varias conclusiones respecto al tema tratado. El estudio de elementos materiales —es decir, la Arqueología— sirve para comprender mejor nuestras sociedades, también las actuales; algunos estilos arquitectónicos, como el brutalismo nacido de un mundo en problemas, encajan muy bien estéticamente con una Ciencia ficción que alerta de problemas sociales; y finalmente, en este contexto, tenemos un excelente ejemplo —con sus peculiaridades— en el edificio “Torres Blancas” de Madrid. Mirar a nuestro alrededor también es saber más de nosotros mismos.

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(1) Película que por cierto tiene uno de los títulos más peculiares en su traslación al castellano porque el original es The Forbin Project (por el nombre de un científico llamado así) y se tradujo por “prohibido” (que en inglés es forbidden).

(2) En un marco general practicamente inabarcable. Para las personas interesadas en el tema puede resultar atractiva la miniserie Welt am Draht (Fassbinder, 1973), obra que se está empezando a reivindicar aún tímidamente, y que supuso por diversos motivos el comienzo de una corriente (también en lo estético) que luego recorrerían obras como Ghost in the Shell (sobre todo las dos primeras películas, Oshii, 1995 y 2004) o Matrix (Wachovski, 1999).

(3) Se ha señalado a Camilo José Cela como uno de sus habitantes, por ejemplo, algo que no he podido confirmar.


¿QUIERE SABER MÁS?

—Vídeo de nuestro canal en el que mostramos y hablamos brevemente del edificio:

—Grupo de Facebook en el que uno de los inquilinos muestra imágenes del lugar (muchas gracias por la información a @Lualon en Twitter):

https://www.facebook.com/groups/787399258829783/

—Artículo del edificio en “Madrid Secreto”:

https://madridsecreto.co/torres-blancas/

—Reportaje del interior de Torres Blancas:

https://www.idealista.com/news/especiales/reportajes/2023/03/17/804469-asi-es-por-dentro-torres-blancas-el-edificio-de-madrid-donde-se-graban-mas-rodajes


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Autor del artículo

Víctor Deckard

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