ORIGINAL VS REPLICANTE ¿QUIÉN APRIETA LAS TUERCAS AL MECÁNICO?

Antes de empezar este exquisito análisis cinematográfico que engalanaría las páginas de cualquier número de Cahiers du Cinema,voy a formular por anticipado la pregunta que os haréis cuando sepáis de que dos películas voy a hablar:

-¿Por qué pelotas escribe el tarado este un artículo sobre las dos versiones de The mechanic si no son ni obras maestras ni trending topic precisamente?

A lo que yo, también anticipadamente, respondo:

-¿Y por que no? Peor sería delinquir. Es más, peor sería delinquir y que te castigase Bronson por ello.

Y bien, si esta razón tan empírica es cierta, también lo es, que el motivo principal de este artículo radica en Charles Dennis Buchinsky, o Charles Bronson para los amigos. Por que aunque servidor no es súper

fan del simpático bigotudo, se siente atraído tanto por su magnética y secundaria presencia en películas como The magnificient seven, The great escape o Once upon the west; como por su magnética y protagónica presencia en películas dentro de lo que podríamos llamar el Bronsonverso.

Sí, esos films en los que la estrella es este HOMBRE.

Y dentro de estas pacíficas cintas se distingue el ala suave con títulos como Hard times o Mr. Mayestik, o el ala más dura con títulos como 10 to midnight, Kinjite,  o su conocida saga de Death Wish; todas ellas con temáticas y escenas controvertidas.

Por ello, cuando me enteré de que el Statham estaba rodando un remake de esta peli, sin haberla visto me pregunté tres cosas:

  1. ¿Sería tan original como para hacer un remake?

2. –¿Incluiría alguna escena sórdida Made in Bronson?

3. -¿Se atreverían a incluirla?

Y aunque no os daré ahora estas respuestas que los más ávidos devoradores de películas tendrán; sólo decir que aunque ninguna de las dos The mechanic son una obra apabullante, son ideales para comparar YA, y con spoilers en ORIGINAL VERSUS REPLICANTE.

EL CHASIS O SINOPSIS

Arthur Bishop, un solitario, metódico y efectivo asesino a sueldo, recibe el encargo de matar a su jefe, Harry Mc Kenna; entrenando después (cosa muy lógica y constructiva) al conflictivo hijo de este para que le ayude en su oficio.

THE MECHANIC (1972)

Lewis John Carlino  firma un guión de trama tan sorprendente que hará levantar una ceja a los más estoicos del lugar al relatársela. Un viaje oscuro, repleto de momentos lóbregos y rocambolescos (fiesta en la casa de Harry Mc Kenna, después de su funeral organizada por su hijo, desangramiento de la novia de Steve Mc Kenna con Bishop y Steve de testigos) que harán levantar las dos cejas a los menos impresionables del lugar durante su visionado.

Michael Winner articula este guión en una peli de acción que sorprende por un ritmo pausado impropio de una peli de acción; con una apertura de quince minutos cuasi mudos mostrándonos a Bishop en plena faena asesina que es toda una declaración de intenciones por parte de Winner del que va a ser el tempo del film. Un tempo extensible a las escenas de acción, destacando las diáfanas persecuciones motorizadas, que tienen como punto fuerte el vuelo de una moto desde un risco.

Un Charles Bronson que exhibe una magnética economía de medios (eufemismo para llamarlo poco expresivo) resulta ideal dando vida a un asesino de apariencia rocosa pero tan vulnerable como poco empático; dañado por un padre que le inició en el oficio (habéis leído bien), necesitado de muestras de cariño guionizadas por una prostituta (interpretada por su esposa Jill Ireland); y que tiene como partenaire al conflictivo Jan-Michael Vincent, que enturbia aun más la película con su perturbadora presencia.

A todo esto hay que añadirle una pausada música de Jerry Fielding, una fotografía de grano durísimo extraido de las mejores canteras de Richard H. Kline y Robert Paynter, y una producción de Chartoff, Winker y el mismo Carlino.

Escenas memorables: La escena de apertura y la del ¿suicidio? (cosa que no queda claro) de Louise.

Escenas olvidables: Todas las escenas de lucha cuerpo a cuerpo, incluidas las del gimnasio.

THE MECHANIC (2011)

Trama idéntica la de un guión rubricado por Richard Wenk y Lewis John Carlino en un libreto con unas diferencias tan enormes respecto al original como la de los peinados de los protagonistas de sendos filmes.

Destacando como empeño principal el blanqueado del personaje de Bishop con detalles como estos:

-A diferencia que en el film original, no hay ninguna duda de que sus víctimas se merecen espicharla.

-Su jefe, Harry Mckenna (Donald Shutterland) es también su amigo.

-Sólo accede a matarlo tras decirle que ha traicionado a la compañía para la que trabaja y pensando que él le hará sufrir menos que otro sicario.

-Como es de suponer en un film de intenciones tan blandas como este, todo ha sido un engaño, Mckenna no ha robado a la empresa, y era un honesto asesino de gente chunga.

-Al darse cuenta de esto se vengará de los que le engañaron.

-Este Bishop no recluta a Steve Mckenna por el egoísmo de estar enfermo o sólo, él recluta a Steve por caridad y por culpabilidad. Ya que piensa que es mejor llevárselo a matar criminales a que se pasee por las calles buscando al asesino de su padre, aunque los remordimientos que siente se agudicen teniéndolo a su lado. ¿Alguien puede ser mejor persona y hacer peor las cosas? NO.

-Este Arthur no necesita falsas escenas amorosas con su furcia, sólo sexo. En lo que también es el BOSS.

Simon West director de la taquillera y delirante Con Air, dirige este filme bajo la máxima del cine de acción de las últimas cuatro decadas, el flipamiento. Abriendo la película con la víctima de Bishop, dándose un baño en una piscina escoltada por hombres armados. Una piscina de negras aguas en la que consigue distinguir un reloj que le ofrece Arthur desde el fondo. Asesinándolo después de intentar cogerlo y moviéndolo después por debajo (cual Jim Henson) para que la escolta piense que sigue nadando. What the fuck?

Statham exhibe calva, mentón, músculo, forma física  y carisma, que eclosiona en unas trabajadas y mareantes coreografías de las que vemos muy poco gracias al trabajo de West y de su montador. Este Jason de sólo tengo una cara, tiene como contrapunto a un efectivo Ben Foster con más registros faciales que él.

Música poco memorable, final menos desangelado y sorprendente que en la original (pero que deja la puerta abierta a las secuelas), completa un producto poco sorpresivo pero ligero y entretenido.

Escenas memorables: Todo el segmento de Ben Foster como cebo sexual para el gigantesco doble de escenas de acción Jeff Chase, con una espectacular escena en la que los dobles parece que se ganaron las lentejas; y la escena de la piscina, OF COURSE!

Escenas olvidables: Cualquiera de las escenas de acción y la anodina y expeditiva escena de cama.

VEREDICTO PODCALIPTUS

Llegamos al momento de decidir, a ese momento tenso, e injusto de los Talent Shows. Y lo hacemos quedándonos con el ORIGINAL. Denso, que no invita a muchas revisiones, pero que nos ha sorprendido más que su aceptable  REPLICANTE. Sí, nos quedamos con Fríamente sin motivos personales, como algún genio ebrio o loco la llamó en España.

P.D: Y respondiendo a la pregunta DOS sita en el principio del texto, ya os desvelo que no, que la escena controvertida, (que no es otra que la de la novia de Steve) no fue revisitada en la peli de Jason; demasiado desagradable para que empatices con un prota que puede comandar una futura franquicia.

¡Un abrazoooooooo!

TEXTO E ILUSTRACIÓN: SEÑOR ROS

Autor del artículo

Sr. Ros

Sus Últimos artículos

Artículos relacionados

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *