Mario Sopena es una persona que estuvo muy involucrada en la comunidad rolera de Zaragoza a lo largo de los años 90. Participó en clubes, jornadas, en la querida revista Sir Roger, contribuyó a la difusión de la afición preparando partidas para chavales y explicando en lugares como colegios en que consiste esta forma de expresión. En esta entrevista nos cuenta su experiencia y como llegó a inspirar el personaje de “Batmario, defensor de Zaragotham” creado por Cels Piñol (Fanhunter). Además de todo esto ha tenido la amabilidad de facilitarnos muchísima documentación y publicaciones de la época. Por eso y por concedernos la entrevista, que da la visión de alguien muy activo en el rol de los primeros años en España, desde Podcaliptus le estamos muy agradecidos. El texto es la transcripción de la muy agradable charla que tuvimos con él.

Podcaliptus: ¿Como empezaste con el tema del rol?

Mario: Soy muy malo para las fechas. Alrededor del 91-92. Había una tienda de juegos bastante grande en la Avenida Valencia (Multijuegos) y ahí compramos la caja roja de Dungeons & Dragons en inglés con fotocopias traducidas, que te daba el dependiente y empezamos a montarnos algunas partidas sin tener mucha idea de lo que estábamos haciendo. Al principio fuimos un grupo de amigos. Ya leíamos novelas, La espada de Joram había salido por aquella época, por ejemplo. De rol llegaba sobre todo francés porque gente se iba a Francia, era más sencillo (Star Wars, Stormbringer) y cosas de inglés de Inglaterra porque aquí todavía no se editaba casi nada.

P: ¿Cómo fue el ambiente de clubes en Zaragoza?

M. Lo conocí mucho. Hubo un momento en que empezó a extenderse la cosa, empezabas a conocer gente y todo el mundo se metía en clubes, cada Casa de juventud, una red del ayuntamiento en los barrios tenía su propio club de rol en torno al 94-96. Cada fin de semana tenías una jornada de rol. A todas horas y había gente constantemente: todo el mundo te veía, cogías gente y enseñabas a gente. Ahora los clubes son más minoritarios, de pago. Estuve en la Casa de juventud de San José (club Apeirón), en el Casco Viejo (había jornadas bastante importantes allí y de ahí salió la revista Sir Roger en la que estuve). Las casas promocionaban actividades, te subvencionaban con fotocopias y tenías a los chavales ahí entretenidos. Salían un montón de revistas y fanzines referidas al rol, había multitud. Casi cualquier club de rol tenía su propio fanzine.

Las librerías promocionaban (a los clubes). Taj Mahal (Pepe) tenía una cosa muy buena, entendía que convertía en clientes a aquellos a los que echaba una mano, te ponía publicidad, te daba premios para el torneo. Pasaba también con Saga (Santi, tres cuartos de lo mismo), LudoZ. Todas las librerías entendían que eso era beneficioso para ellos. Era ridículo hacer publicidad porque todos conocíamos las tiendas, pero con todo y con eso echaban perras sin ser que les fuera a dar prestigio por las revistas, que eran cuatro amigos haciéndolas.

P. ¿Algo más sobre los clubes?

Recuerdo los que eran grandes, había uno muy grande La cueva de Smaug y las Jornadas Dragon School en ingeniería y esos montaban unos saraos bastante gordos, la casa de Juventud de Casco Viejo tenía otro club bastante potente, en La Jota… Había frecuentemente golpes de estado dentro de los clubes de rol y entonces cambiaba la directiva y el nombre [Podcaliptus: como en Image, risas] A Jelly Roger los conocía también. Lo bueno es que nos conocíamos todos.

P. ¿Y las jornadas?

M. Montabas unas y por muy mal que te fuera te venían doscientas personas y si te iba bien te venían mil. Y gente de fuera. Unos eventos tremendos. En Zaragoza eramos muy, muy activos, se movía más que en otros sitios. [Podcaliptus: Como en el cómic, en Zaragoza ha habido mucha cultura del cómic] Son unas aficiones que van dándose la mano. Estuve también en algún que otro fanzine de cómic. Iba todo relacionado.

P. Hablemos de Sir Roger, ¿cómo participaste en ella?

M. La Casa de Juventud del Casco Viejo. Allí se movía gran parte de rol. Cuando empezó a llegar el rol, mucha gente tenía el background de años de haber jugado a wargames, desde figuritas a juegos de tablero. Ya tenían un bagaje y una experiencia. Se montaron su revista, que era Sir Roger, tuvo una primera época, estaba muy orientada a juegos de tablero y a juegos de rol empezaba. Luego hubo una segunda época en la que yo entré y hacía de comercial. LLamaba a tiendas de toda España porque para ser una revista local estaba hecha con buen gusto y buenos contenidos. Preguntaba cuantas unidades querían, los precios y hacer los paquetes y mandárselos. Echábamos una mano en lo que podíamos.

[Podcaliptus. Tuvisteis cierto éxito y os contrató publicidad tiendas de fuera como Gigamesh. ¿Alguna anécdota?]

Por aquel entonces el contacto era telefónico [con tiendas fuera de Zaragoza]. Las llamadas eran llamar a otra comunidad. Era un dinero, aprovechábamos la infraestructuras de la Casa de juventud que nos permitían esas cosas. Pero igual eran cincuenta o setenta llamadas a la semana, no podías preguntar por la familia [risas], ibas un poco al rollo y punto. Nos sorprendía muchas veces que tiendas pequeñas pedían más que las grandes. Teníamos una tirada bastante grande, como era un formato revista con cierta calidad se mandaba a una imprenta. Unas 34-36 páginas y se preocupaban de tener dibujantes curiosos.

[Podcaliptus: Es una revista querida. ¿Algo que nos quieras contar de su final?]

Hubo un problema en la Casa de Juventud. Hubo un desencanto porque empezó a haber tensiones entre diferentes grupos que hacíamos actividades. Una cosa muy mala que teníamos los del rol es que ocupábamos mucho espacio, ocupábamos una sala entera toda la tarde, mientras que alguien que iba a dar un cursillo allí estaba una hora que era lo que cobraba del cursillo. Hubo varios piques y hubo un problema, que hubo un incendio que no sabemos qué paso exactamente, en el que se prendió el armario con los juegos de rol y se echó a perder bastante material. Hubo bastante desencanto con aquello y cada uno tiró por su lado. No sé si una sucesión de cansancio y eso fuera un detonante o ya había gente que ya había decidido dejarlo.

Otra cosa interesante es que aquí en Zaragoza Magic llegó de la mano de Sir Roger. Fueron a Barcelona cuando trajeron las primeras cartas, debió ser Alejandro Cuervo de Gigamesh (no sé si por el salón del cómic), era la novedad allí y se trajeron una o dos cajas. Se las trajeron a la Casa de juventud, estuvimos abriendo sobres toda la noche y aprendiendo la dinámica. Una flipada, un juego de cartas que va de magos, los colores, las ilustraciones… Rapidamente entendimos que eso iba a ser un pelotazo. Los primeros sobres de Magic que se abrieron en Zaragoza fueron en la Casa de juventud del casco viejo. La primera noche estuvimos hasta las tantas jugando. Luego vino lo de que Magic había matado el rol, que se demostró como falso. Tomaron caminos diferentes. [Podcaliptus ¿algún Black Lotus, risas] Conozco gente aquí en Zaragoza que lo tuvo y los cinco moxes, dejó la afición los vendió, luego volvió a tomar la afición y los volvió a conseguir todos [risas]

P. ¿Más sobre las primeras convenciones?

Al principio lo de las convenciones era todo confuso. Cuando te juntabas diez ya era una convención. Te juntabas gente de todas casas y ya era una convención. Las primeras oficiales debieron ser en Delicias [mercado del pescado] y estuvieron muy, muy bien. Hubo muchas anécdotas e historias que se contaban- Montaron una mítica partida de Paranoia, iba la gente agachada haciendo el pollo y la gente flipando. Luego las de Dragon School en la Universidad eran también bastante conocidas. Había gente más mayor acostumbrada a Wargames y sabían montar mejor las cosas. Hacían un proyecto y esa gente manejaba, sabía que había que prepararse y montaba eventos.

[Podcaliptus: ¿Salíais de Zaragoza?]

Casas de juventud también nos brindó la oportunidad para ir a pueblos a explicar y enseñar lo que son los juegos de rol. Querían promover la afición, nos llevaban en microbús a colegios de los pueblos Alguna de la gente que tuvimos me consta que siguieron jugando.

[Podcaliptus: Para las partidas de demostración, ¿teníais apoyo público?]

Las partidas de demostración se montaba normalmente en las jornadas y te preocupabas de enseñar a la gente. Eran de libre acceso. Ponías personas que sabían explicar a gente nueva en partidas de iniciación. Sí había dinero porque había dinero para las jornadas, no especificamente para las partidas. Luego chavales que querían aprender venían a la casa, les montabas una partida, hacías una ficha rapidamente y les explicábamos tranquilamente sin necesidad de montar una jornada.

[¿Estamos hablando de primeros de los 90?]

Un poco más adelante. 94-96 y hasta el 98 que fue la explosión gorda, 96-98 en la que todo el mundo jugaba. Fue cuando se montaron partidas de rol en vivo en Zaragoza. LLegaron a tener doscientas personas jugando por la calle. Normalmente de Vampiro. Los vampiros estaban viviendo un auge espectacular (estaban las películas de Entrevista con el Vampiro por ejemplo). Antes de que sacaran el módulo de La Mascarada para jugar a en vivo, vimos que el juego que como era muy interpretativo, daba muchas oportunidades en vivo. El planteamiento fue ¿y si eliminamos la ficha? Sin tiradas de dados. Íbamos por bares, como El teatro de las ánimas Las jarras, por elrollo. Ahí andábamos haciendo el canelo a tope.

P. ¿Notaste un cambio de percepción con el crimen del 94?

Separaría lo que decían los medios de comunicación, que metían mucho miedo, de lo que realmente se vivía. Venía cualquier persona y te decía “¿esto del rol es eso en lo que matáis gente?” Pero todo el mundo estaba tan volcado en lo que era su afición, que se preocupaba de explicarle a la gente. No había una sensación de sí, sí, lo que tu digas. Te preocupabas porque era tu entretenimiento, tu afición, querías que saliera adelante y todo el mundo perdía un rato en explicar que eso no era así. Eso estaba muy bien porque concienciaba a mucha gente. Siempre la frase terminaba con “oye y si quieres probarlo vente un día con nosotros”. Eso estaba muy guay porque sumabas gente y blanqueabas lo que habían estado comentando. Había una percepción diferente de padres y amigos. Sí afectó en un primer momento porque gente que no era del núcleo duro caían [en esa percepción] y sus padres les prohibieron, y sí hubo mucha gente que desapareció y no volvieron. Pero el núcleo duro siguió para adelante y trató de hacer ver a la gente que no era ese rollo.

[Podcaliptus: ¿Ha habido gente que siguió jugando siempre?]

Sí. Ha habido gente que lo ha mantenido. Lo que pasa es que Casas de juventud, que era el nexo de unión entre todos estaban muy promovidas por un gobierno socialista y hubo un momento en que un gobierno del PP empezó a cortar subvenciones. Eramos gente joven, sin muchos recursos. Era un sitio que podías pasarte la tarde tranquilamente. En el momento en que eso se cortó hubo gente que probó en bares donde había ruido, en los parques con frío, en las casas donde ya no esa tan fácil como cuando eras pequeño, ya no era lo mismo. Eso hizo que se crearan los clubes de rol privados, pero era un desembolso que no todo el mundo podía hacer, pero gente que no tenía donde ir fue diluyéndose, aparte las obligaciones propias de la edad. Que Casas de juventud dejara de apoyar hizo mucho mal, porque requería más esfuerzo. Se crearon grupos relativamente sectarios que solo quedaban ellos a jugar. Ya era otro rollo. Ya se convirtió en quedar de propio para una partida, no como antes, como unos recreativos a los que ibas y podías jugar. El hecho de no tener sitio hizo mucho mal.

[Podcaliptus: ¿Si tuvieras que poner una fecha aproximada de este cambio de ciclo, cuando sería?]

Calculo que podría ser 98, pero tampoco te sabría decir exactamente, coincidió que bajó el suflé. Alguna que otra editorial murió de éxito y hasta que no vinieron sangre nueva y editoriales nuevas la cosa estuvo muy parada. [Podcaliptus: 98 es el año en el que JOC hace suspensión de pagos] Sí, se desmoronaba el castillo, que parecía que tenía mucha fuerza pero era muy endeble. Cuando fallaron cimientos que lo mantuvieron (Casas de juventud, editoriales apostando) se fue yendo todo al garete.

P. Hablemos de Cels Piñol:

Ha hecho mucho por el frikismo en España y a día de hoy está mucho menos valorado de lo que realmente debería de estar. Era El Fan, era la representación del señor que es fan. Te gustaban películas muy concretas, que se salían de la típica de acción, tenías las novelas, ni existía el concepto de friki pero este señor lo juntaba todo. [Podcaliptus: lo conocimos en Fórum, con Fan Letal-Fan con Nata, con Línea directa] Como nos ha contado él, Lo contrataron por “pesao” [risas] y tuvo recompensa y está muy bien. Movió Roma con Santiago. El cómic del fan para el fan, un señor que era como tú y servía como modelo para decir: yo también podría. Me cae bien y no se valora lo que ha hecho para que todos seamos lo que somos. Fuí un día a Saga y me dice Santi (el librero) cogete el Fanhunter, échale un ojo. ¿Qué está pasando aquí? Estoy saliendo en un tebeo [risas]

[Podcaliptus. ¿Como entráis en contacto directo con Piñol?]

En esa época había pocas chicas en el mundo del rol, por suerte hoy no es así, pero entonces la proporción chicos/chicas era abrumadoramente masculina. Una de esas chicas era Sonia que junto a su pareja Josema eran muy activos en el mundillo y ellos ya tenían contacto con Cels Piñol. Como no había mucho material de muchas cosas, la gente tendía a hacerse sus propios módulos. Aquí en Zaragoza sacamos una especie de módulo, que era Zaragotham Citypara representar Zaragoza. Barna City era el oficial, luego todo lo demás era gente que se montaba sus películas y aquí se hizo eso. Los que estábamos un poco más metidos en ese mundillo y eramos memeables nos hicimos personajes o nos hicieron personajes. La combinación entre Zaragotham City y Batmario lo pedía. Cels hizo un cómic en el que aparecía el personaje, fui a la librería y flipé en colores.

En el siguiente salón del comic de Barcelona fuimos en manada porque Taj Mahal organizaba el viaje en autobuses. Ellos debían haber tenido contacto con Cels y me lo presentaron. Yo no lo conocía, un tío encantador que estaba en todos los ajos. Así fue como lo conocí. Para mi es un honor que este señor haya decidido utilizar un personaje para sus historias, está muy bien. Desde entonces nos seguimos, tampoco es que tengamos una amistad de la muerte. Cogía gente normal para todas sus historietas que sobresalían por una característica en concreto. Batman me gustaba muchísimo y lo sabía la gente de mi alrededor, por eso lo de Batmario, pero no era algo con lo que me identificara, no era mi carta de presentación. Pero a raíz de todo aquello dije por qué no, no me importa. No es malo, que se quede como Batmario. De la misma manera que alguien se pone un nick en Internet, fantástico, adelante con todo.

Había mucha gente pero él dio forma al fan arquetípico. Había un sentimiento de que contra menos supiera la gente mejor, porque no lo van a entender. Pero Cels Piñol llegó y dijo “no, no, hago esto y esto y nos lo pasamos bien y sabemos un montón de cine y de tebeos”. A la gente le gustó muchísimo. Metía unos chistes que eran superespecíficos de fans. Es el Kevin Smith español. [Podcaliptus: esto es un titular, risas] En Mallrats había chistes que solo entendías tú. Piñol hacía lo mismo, metía un chiste de Pulp Fiction y la gente que estaba muy metida luego veía el chiste y entendía la referencia. Lo mismo te hablaba de Stormbringer, El Señor de los Anillos o el coleccionismo. Mucha gente que vivía en un pueblo pequeño decía, fuera de esta ranciedad, de esta España rancia, hay más historietas.

Aquí en Zaragoza una de las cosas por las que todo se movió mucho fue porque había tiendas fijas y se preocupaban. Taj Mahal (antes Totem) y como llevaba mucho tiempo era más fácil conseguir cosas. Zaragoza era efervescente. Está muy bien hilado. Zaragoza, Zaragotham, comunión perfecta.

P. ¿Cuales fueron los primeros juegos en castellano que jugaste?

Joc porque tenía el monopolio. Había tan pocos que los probabas todos, uno u otro se compraba el manual: El principe valiente que se jugaba con monedas, Traveller de Diseños Orbitales, James Bond, Mutantes en la Sombra. No había especialización de master. Te comprabas Vampiro y hacías partida, otro se compraba Runequest y hacía él. Dungeons saturaba el mercado, cada poco sacaba un módulo. La Factoría hizo lo mismo cuando consiguió la licencia de Vampiro: módulo constante, los manuales de clan y llegó un momento que no podías acceder a todo y tus colegas se compraban los otros manuales.

[Podcaliptus. ¿Eran muy caros?]

Eran caros. Un manual te valía 3.000. Eran caros pero los rentabilizabas a tope tanto a la hora de leerlo como a la hora de hacer las partidas. No era barata porque la saturación que promovía esta gente hacía que todo el dinero tuviera que ir hacia allí. ¿Como vamos a hacer que la competencia vendiera menos? Sacando nosotros más.

Hasta la llegada de Vampiro las ilustraciones interiores eran desastrosas. Echaban perras a lo mejor en la portada pero los interiores podían ser de la propia gente que hacía el juego. A lo mejor había cosas como El principe valiente que, al estar basado en el cómic, si te comprabas el manual tenía ilustraciones de Harold Foster. Había un juego de DC Comics y había ilustraciones muy variables. Te encontrabas con ilustraciones de George Pérez porque las habían sacado del libro de estilo tenían los derechos, pero los dibujos hechos de propio para el manual eran un poco…

[Podcaliptus ¿Ya sacaban los comics de Vampiro?]

Un año me parece que llevan. Son grapas. Sacaron las novelas y una serie no licenciada pero es clavada a todo el universo. Se llamaba Secta de sangre. [Podcaliptus: ¿en la uno, en la dos? ¿de animación? ¿española?] Creo que llegaron a empezar a emitirla y dejarla incompleta. De estas que a lo mejor echaban a la una o las dos de la mañana. Directamente de los manuales a serie de televisión, pero sin licenciar. La veías e ibas reconociendo todo, con príncipes, lo dieron de imagen real, americana [Podcaliptus: imaginemos española en esa época , con Resines, Willy Toledo, Puigcorbe, risas]

P. Repasando los puntos de inflexión:

Antes de D&D estaban los Elige tu propia aventura. La caja roja no tuvo mucho impacto pero lo que sucedió es que unos cuantos sí nos fijamos en ella. El punto de inflexión fue cuando JOC empezó a editar masivamente cosas como Rune Quest, Star Wars (antes había muy poco material de Star Wars, podías visitar un mundo que ya conocías de las películas), El Señor de los anillos, La llamada de Cthulhu y a nivel puramente de España el Aquelarre. El Aquelarre fue un pelotazo mortal por que era para jugarlo en España. Ya no jugabas en el extranjero, medieval fantástico totalmente y utilizando la mitología española, que es riquísima. Siendo un sistema de juego que, bueno, no era perfecto pero estaba bastante bien, pero claro la ambientación… tenías todo lo que querías.

Otro punto de inflexión es Vampiro. Primero cambia la manera de ver los juegos de rol, los vuelve más interpretativos, llevas al malo según la tradición popular, atrae a gente que no estaba interesada por la fantasía heroica pero sí por los vampiros o lo gótico. Una cosa preciosa que tenía era que explicaba toda la historia de la humanidad a través de los vampiros, dar un contexto histórico a estos personajes de terror.

P. ¿Quieres añadir alguna cosa?

En la delegación de alumnos de la universidad estaban sus clubes de rol, cada uno con su armarito y sus tesoros. Ibas de club en club. Te decían, tal tiene el del Juez Dredd e ibas para pedirles si te dejaban fotocopiarlo. Había mucha cooperación entre todos.