Imaginaos que en el mismo momento en el que estáis viendo la película Diamantes en bruto protagonizada por Adam Sandler, entra el mismísimo Adam Sandler caracterizado como el judío liante y apostador de esta película en vuestro cuarto de estar, cuarto de matrimonio, de baño o donde pelotas la estéis viendo. Estoy convencido de que habría serias probabilidades de que os levantaríais de donde estuvierais sentados, ¡doquiera que fuese! y os acercaríais hasta Adam a darle un buen sopapo. Uno no excesivamente violento, uno de desahogo. Uno de los de: ¡Que mal me lo has hecho pasar cabronazo! Ni que decir tiene que si también entraran los Safdie brothers, (los hermanos directores del filme) con un cartel que pusiera “somos los Safdie Brothers los hermanos directores del filme”( por que si no es dificil que cualquiera reconociéramos a los Safdie Brothers) también les daríamos un sonoro bofetón a cada uno de los ellos.
¿Por que digo toda esta sarta de chorradas?
Hay dos posibles opciones:
- -Nadie lo sabe.
- -Los que hayan visto la película me entenderán.
Vi esta película junto a mi mujer y mi cuñada. Y además la propuse yo. Eso estuvo muy presente durante todo el visionado. Yo me sentí como principal responsable del visionado de una peli que nos desconcertó y puso de los nervios, y mi mujer y mi cuñada me vieron como principal responsable del visionado de una peli que nos desconcertó y nos puso de los nervios.
Diamantes en bruto, cuyo título original es Uncut gems, es una película de 2019 dirigida por Josh y Benny Safdie, que comienza en una mina de diamantes en Etiopía.
Contemplamos el accidente de un trabajador etíope y una revuelta de los trabajadores contra sus patrones chinos. Dos trabajadores de dicha mina se apropian de una piedra preciosa, (un ópalo) se la llevan a un lugar aislado a contemplarla extasiados y en ese preciso instante la cámara nos sumerge en las interioridades de la piedra mientras aparecen los títulos de crédito acompañados de una banda sonora de música electrónica desconcertante (que más podría relacionarse al espacio que a diamantes) y al poco ya no contemplamos el interior de la piedra repleto de brillos y destellos sino lo que parecen ser las paredes estomacales del protagonista, al que nos han presentado a través de una colonoscopia.
¡Bien! buen y nada inquietante comienzo, (modo ironía ON). Seguimos con la trama.
Howard Ratner (Adam Sandler) trabaja en el distrito del diamante de Nueva York, en una oficina-joyería dentro de un piso al que acude gente aficionada a las piedras preciosas. Gente como Kevin Garnett, estrella de la NBA dentro y fuera de la película (al que servidor no conocía, así que no me tiraré el pisto de que me pareció una grata sorpresa encontrarle en la peli) llevado a la tienda por un joven negro al que no acaba de caerle bien Sandler pero que se lleva un pico de comisión de las compras que efectúa la gente a la que él lleva. En la tienda hay varios trabajadores, entre ellos una joven exhuberante que mantiene una relación con Howard Ratner y que convive con él en un lujoso apartamento que tiene este dentro de un bloque de edificios bastante cutre.
Ratner vive de manera tope ostentosa, portando diariamente miles de dolares en oro, plata y diamantes. Conduciendo un cochazo y apostando que da gusto.
A Ratner, separado, no le vemos ni demasiado preocupado por su familia ni demasiado confiado en Julia, su amante-pareja (interpretada por Julia Fox) ni demasiado feliz.
En estas que le llega el ópalo. Un ópalo que puede ser un gran negocio para él.
Pese a que es un tipo que a nosotros como espectador no nos cae ni pizca de bien, (por que de eso ya se han encargado bien los Safdie al construir el personaje) a estas alturas si nos importa que va a pasar con Sandler y el ópalo. ¿Y que pasa con ellos?
Aquí lo voy a dejar proponiéndoos que veáis esta película si sois curiosos y os apetece ver un extraño triller protagonizado por un altamente hostiable Howard Ratner encarnado por un creíble Adam Sandler, brindándonos uno de los protas de triller más cutres (si no el que más) de la historia del cine.
¿Por qué es cutre Ratner? Por que su ostentación no le hace parecer ni elegante ni atractivo. (Ni llevando esas joyas, ni esa chaqueta de piel larguísima, ni esa camisa rosa) Por que es fofo, por que tartamudea cuando se pone nervioso, por que no es buen padre y por que apuesta sin ton ni son, entre otras muchas peculiaridades.
Entiendo que todos estos adjetivos no puedan parecerles cutres a cualquiera y que esto es una mera visión subjetiva del que esto escribe. Bien, voy a seguir opinando subjetivamente sobre la relación de esta película y lo cutre.
En esta cinta la acción y el suspense no se concibe de manera espectacular, con grandes persecuciones repletas de tiros y acrobacias. No señores, todo se concibe acorde con el prota diseñado por los Safdie y Ronald Bronstein, autores del guión.
Con lo cual hay escenas de tensión en las que lo cutre tiene un papel primordial, ya que cutre nos pareció que el suspense en una escena se sustente en que una puerta del negociado de Ratner no se abra en un momento clave en el que Kevin Garnett está implicado.
Cutres son los matones que van detrás de Ratner, (que no inofensivos) cutres son algunos de los acreedores judíos de Ratner (curioso retrato de la comunidad judía perpetrado primordialmente por dos hermanos judíos) cutre es la superstición del Kevin Garnett de la cinta por las piedras preciosas, así como cutre es la manera babosa en la que The weeknd (estrella musical del momento al que servidor no conocía, así que tampoco diré que fue una grata sorpresa encontrarle en la peli) intenta enrollarse con Julia mientras se enfarlopan juntos, cutre es la posterior escena de la riña y cutre es también el aspecto (real) del vividor quemado por los rayos UVA que se interpreta a si mismo entre otros muchísimos personajes y situaciones que pueblan esta película que sólo tiene un objetivo para los hermanos Safdie:
Que el espectador sufra un paro cardíaco viendo esta película.
Para conseguir su objetivo los Safdie se apoyan en una dirección cámara en mano, con abundantes primerísimos primeros planos, planos secuencias, tonos ocres, fotografía áspera y rugosa (de grano duro que dicen los expertos en detalles técnicos) música electrónica que en muchos momentos parece que va a distinto tempo que las escenas a las que acompaña (y que conforme transcurre la cinta encaja como un guante) y dos intensas horas y cuarto de duración.
Hay que decir, que en la parte final de la película, mi amadísima esposa no pudo más, se levantó del sofá decidida a salir por la puerta del cuarto de estar por no padecer un ataque al corazón y por no estar pasándolo bien. Una vez disuadida para que sufriera el ataque junto a nosotros acabamos una película que nos dejó desconcertados y molestos, pues el viaje fue muy intenso y desasosegante. Enseguida se oyó -¿A quién has oìdo que le gustó esta película? -A un colega de curro y a unos de un podcast (Los aristócratas) les oí que te ponías nerviosisimo viendo está película. Se escucharon unas carcajadas similares a un ¡ya te vale! y un ¡menudo bodrio de película nos has hecho ver!.
A título personal tengo que decir que al acabar la película y después de comprobar que muchas de las situaciones cutres tenían un sentido (así como la música) el desasosiego generado en mí me hacía no tener claro cuanto me había gustado la propuesta. Pero al tener la inquietud de que había sido una experiencia sorprendente y que bastantes cosas me habían gustado de la película como la interpretación de Sandler y la música (al final) decidí hacer todo lo que un cinéfilo con dudas tiene que hacer:
Consultar Filmafinitty.
SPOILER: Filmafinitty (como ya sabrás) es una página en la que puedes encontrar de todo menos consenso pero en la que siempre podrás echarte alguna risa y encontrarte alguna opinión que compartas, algún detalle que no habías observado y alguna crítica a la que odiar.
Así que sí, que me encontré opiniones de todo tipo, desde que Adam Sandler estaba para ponerle un piso hasta que estaba para desahuciarlo.
Pero también me encontré con que Uncut Gems había cosechado un gran palmarés, aunque pasó desapercibísima en los Óscar de ese año, gustándome más (ya reposada mi opinión sobre esta película) que El irlandés de mis admirados Scorsesse, De Niro y Pacino ( entre otros que aparecen en la peli) obteniendo Sandler un premio a la mejor interpretación concedido por la crítica de Nueva York.
Bueno, no suelo estar siempre de acuerdo ni con los premios ni con los Óscar en general, pero reconozco que en este caso, el premio a Sandler fue como un premio a mi ego, ya que estuve en el barco de que Sandler consigue a la perfección que nos repudie e importe algo lo que le pase toda la película.
Así que después de leer ciertas cosas, y digerir la película, tengo que comunicaros que este tipo que os escribe está en el bando de los que suelta loores y alabanzas de esta película, por ello la recomienda a alguno de sus compañeros de trabajo, compañeros de podcast, conocidos y hasta escribe hablando de sus virtudes y de lo cutre que abunda en esta película escribiendo una crítica (que como no podía ser de otra manera) es bastante cutre.
¡Un cutrísimo abrazo a todos!
Texto y dibujos: Señor Ros
2 comentarios
Lo que yo no se es como ese personaje se mantiene con vida. Yo me hubiese muerto de insomnio, sería manco de haberme comido tanto las uñas y me hubiese quedado calvo al momento de tanto estrés. Te das cuenta de que hay gente que parece que está viviendo dentro de un videojuego, apostando y jugando con miles de dólares que no parecen tener valor. Esta película es curiosa. Es como adictiva. No paran de pasarle cosas malas al personaje pero aún viendo que lo estás pasando mal y tu nivel de estrés aumenta con el ritmo del film, quieres ver mas y más. Yo, la volveré a ver.
Quiero ver alguna otra peli de los Safdie Brothers. No sé si tú has visto alguna otra Hanibal.