Del artículo original: “Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada porque había perdido a su muñeca. Kafka se ofreció a ayudar a buscarla, pero no apareció, entonces Franz, le contó a la niña, que su muñeca, no se había perdido, sino que estaba viajando alrededor del mundo y le explicó que él era un cartero de muñecas, especializado en llevar las cartas de las muñecas viajeras del mundo (…) Diamant, contó que Franz se sentaba a redactar las cartas”. Imagen marcada CC en niederngasse.it

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1 comentario

  • Se ha debatido si es una historia cierta o no y efectivamente ha habido gente que ha buscado a la niña, lo que si sabemos efectivamente es que el último amor de Kafka, Diamant, contó que escribía las cartas 🙂

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