(Imagen bajo licencia Creative Commons)
Empezamos con este impresionante cuadro, aprovechando que su autor está de actualidad debido a que un posible Caravaggio ha sido declarado BIC (Bien de Interés Cultural) de forma cautelar y no podrá salir de España hasta que no se determine su autenticidad. Se trata de un Ecce Homo que iba a salir a subasta por la prestigiosa casa de subastas Ansorena bajo el irrisorio precio de salida de 1.500 euros. De momento lo están analizando técnicos, tanto privados como los asignados por el Museo del Prado, para determinar su autoría.
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Este portentoso cuadro de Caravaggio describe un emotivo pasaje evangélico. Dos de los discípulos de Cristo -que ya había resucitado- conmovidos aún por su muerte, iban hacia el pueblo de Emaús cuando se les unió un extraño. En Emaús hicieron un alto en la posada y se sentaron a cenar. Cuando antes de empezar a comer el desconocido bendijo el pan, los discípulos lo reconocieron de inmediato. Tal es el momento dramático que Caravaggio lo recoge en su obra, bajo cuyo aparente realismo laten ricos significados simbólicos que intento explicar en los siguientes apartados:
El discípulo de Jesús (izda.): Este personaje es Cleofás, discípulo de Jesús mencionado en los evangelios (Lucas 24:18), que se retira de la silla estupefacto al comprobar la identidad de su señor. Su rostro adopta una cuidada expresión teatral de sorpresa.
Una invitación a la mesa: El primer plano de la mesa está vacío invitando al espectador a participar en el episodio.
Naturaleza muerta: Caravaggio fue un autentico maestro en pintar naturaleza muerta, tal y como se aprecia en este cuadro a través de los distintos elementos colocados sobre la mesa. La posición al límite de la mesa, del cesto de la fruta, es un osado ejemplo de escorzo. Las manzanas magulladas y los higos reventados aluden al pecado original. La granada simboliza el triunfo de cristo sobre el pecado original por medio de la resurrección.
El elemento exterior: El posadero permanece ajeno a la escena, porque no sabe quien es Cristo y desconoce la ceremonia de la bendición del pan. Representa a los desconocedores de la iglesia. Su tranquilidad contrasta con la excitación de los discípulos
La bendición del pan: Cristo preside la mesa y levanta la mano derecha para bendecir el pan. La figura de medio cuerpo tiene el rostro radiante, manera que fue novedosa y ciertamente criticada, en algunos círculos, de retratar a Cristo.
Mano y brazo en escorzo: Caravaggio alcanzó fama por su maestría en el escorzo, que es la ilusión de que un objeto o un miembro se proyecta fuera del cuadro. Este cuadro contiene algunas muestras de esta técnica (obsérvese la mano izquierda del discípulo de la derecha).
El realismo de Caravaggio: la energía pictórica de Caravaggio dimana de su habilidad para combinar realismo, distorsión y simbolismo en una imagen coherente. A primera vista parece retratar los acontecimientos tal y como pudieron ocurrir. Cristo, de 33 años, no está idealizado, y los discípulos, que parecen pescadores, reaccionan de forma creible ante lo que ven. Sin embargo, cuanto más han estudiado los expertos su obra, más artificios distorsiones y símbolos salen a la luz.
El autor: Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571- 1610) Caravaggio tomó el nombre de su pueblo natal, cerca de Milán. Su estilo se desarrolló una vez establecido en Roma en el año 1592, donde tuvo que marchar tras repetidos escándalos. Estuvo inspirado por los maestros renacentistas Leonardo y Miguel Angel. Caravaggio es un heraldo del barroco que dominará todo el siglo XVII.
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